viernes, 15 de abril de 2011

VIERNES DE DOLORES

fotografia: Elvira Ramos Abad


"COPLAS A LOS DOLORES DE LA SANTÍSIMA VIRGEN"
Hilarión Eslava

Primer Dolor

Si las dulces palabras del ángel
inundaron de gozo tu alma,
de un profeta la fúnebre calma
la llenó de amargura y dolor.
Te predijo que Aquel que en tus brazos
presentabas al templo piadosa
en la cima del Gólgota umbrosa
le verías morir en la Cruz.
Por tus dolores ten compasión
pide y alcanza nuestro perdón.

Segundo Dolor

Si los Reyes de Oriente adoraron
al Infante, Dios Hombre en pobreza,
un tirano con odio y fiereza
degollar los infantes mandó.
Y del fiel corazón traspasado,
las maternas delicias ostentas
y al Egipto, Señora, te ausentas
con el Hijo que al mundo salvó.
Por tus dolores ten compasión
pide y alcanza nuestro perdón.

 Tercer Dolor

¿Quién es esa Mujer que angustiada,
vacilante y llorosa camina?
¿quién es esa Mujer tan divina?
¿quién es esa Mujer celestial?:
esa triste Mujer es María
que en el templo perdió a su Hijo amado
y en su rostro divino ha grabado
la congoja su huella fatal.
Por tus dolores ten compasión
pide y alcanza nuestro perdón.

Cuarto Dolor

Si en el Santo Lugar le perdiste
a tu amado Jesús, hallas luego
y conoces la voz que con fuego
entre doctos, sapiente arguyó.
En la calle Amargura, María,
ya lo encuentras sangriento, agotado,
con el peso del leño cargado
de ese leño mortal do expiró.
Por tus dolores ten compasión
pide y alcanza nuestro perdón.

Quinto Dolor

Del discípulo amado en compaña
abatida a tu Hijo seguiste
y de agudo dolor presa fuiste
cuando al Monte Calvario llegó.
Allí el eco repite el sonido
de martillos, clarines y voces,
lo suspenden, oh Madre, y entonces
al Dios justo clavado se vio.
Por tus dolores ten compasión
pide y alcanza nuestro perdón.

Sexto Dolor

Oscurécese el Sol de repente,
se cumplió la fatal profecía.
Mira, mira a tu Hijo, María,
mira, mira, cadáver es ya.
Le descienden del árbol sagrado,
y en tus brazos lo ponen Señora,
y a ese pecho que amante le adora
el puñal del dolor hiere ya.
Por tus dolores ten compasión
pide y alcanza nuestro perdón

Séptimo Dolor
¡Hijo mío!, exclamaba, ¿quién pudo
consumar tan terrible martirio?
¿quién, al ver de tu madre el delirio,
darte muerte intentara traidor?
Del sepulcro la losa te oculta
a estos ojos que aniéganse en llanto,
sola quedo, Hijo mío, entretanto
sola espero morir de dolor.
Por tus dolores ten compasión
pide y alcanza nuestro perdón.

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